El bruxismo es el hábito inconsciente de rechinar los dientes o apretarlos que tienen algunas personas. Esto puede suceder durante el día y/o por la noche. Este hábito puede conllevar diferentes consecuencias como:

• Despertarse con dolor de cabeza

• Dolor en la mandíbula y el oído

• Problemas en la articulación temporomandibular

• Sensibilidad al frío, el calor y a los alimentos dulces

• Desgaste de las piezas dentales

• Ansiedad

• Insomnio

• Tensión

A día de hoy se desconocen las causas exactas que provocan el bruxismo, pero sí se considera que niveles de estrés elevados pueden ser el desencadenante. Aun así, hay otros factores que pueden influir en su aparición de los dientes como una mala alineación de los dientes, una mala alimentación, malas posturas corporales y los hábitos de sueño que se tengan.

Para paliar el bruxismo durante el sueño se utilizan protectores dentales o férulas que ayudan a prevenir los daños que se pueden ocasionar en los dientes y la articulación, y hacen que desaparezca el dolor. Aún así, no solucionan el problema, puesto que vuelven los dolores si se dejan de usar.

Para eliminar el dolor y, en algunos casos, acabar con el bruxismo, existen diferentes recursos que podemos probar, como realizar ejercicios de relajación, evitar comer alimentos dulces y duros, beber mucha agua y dormir las horas necesarias. Asimismo, los tratamientos para reducir el estrés y la ansiedad pueden reducir el bruxismo y, en algunos casos, una ortodoncia sobre el patrón de mordida para ajustar o alinear los dientes puede ser la solución.

En todo caso, es importante consultar con el dentista si se detectan algunos de los síntomas para evitar futuros daños y complicaciones. De este modo se podrá determinar cuál es la mejor solución y se nos darán las pautas y consejos a seguir para conseguir minimizar o eliminar este hábito.