Morderse las uñas no es solo una mala costumbre que deja una pésima estética en nuestras manos, también puede llegar a modificar el crecimiento y forma de las uñas, pero lo que pocos saben es que morderse las uñas daña los dientes. Así como lo lees.

Muchos desconocemos que este mal hábito llevado a la edad adulta conlleva padecer infecciones y que es un trastorno nervioso que suele ir asociado a la ansiedad, la depresión y la angustia. Además, al tratarse de una parte del cuerpo muy expuesta a bacterias y suciedad, el morderlas puede causar muchas enfermedades intestinales.

Centrándonos en los problemas bucales, morderse las uñas puede afectar a nuestra salud oral a tres niveles:

1. Daño en los dientes. Se ha demostrado que hay un desgaste mayor en los incisivos superiores e inferiores en las personas que se muerden las uñas Esto se debe a que existe una mayor probabilidad de sufrir microtraumatismos que desprenden el esmalte dental, debilitando las piezas dentales. Además, también provoca el apiñamiento de los dientes por la presión que se ejerce al morder y el roce constante con los dientes.
2. Problemas en la mandíbula. La mordida continua de los dientes puede desembocar en dolor en la mandíbula y dificultad en la masticación de alimentos. Esto es porque la mandíbula se somete a una posición forzada que altera su articulación y que provoca ruidos y dolor al morder.
3. Mal aliento. Ya hemos dicho que las uñas contienen muchas bacterias y al morder las uñas estas proliferan en la boca provocando la halitosis.

Abandonar este mal hábito es difícil, lo sabemos, pero existen remedios y técnicas de autocontrol para superarlo. Con un poco de esfuerzo ¡nada es imposible! Además, si visitas tu clínica dental, seguro que te pueden informar y ofrecer consejos al respecto.