Los cigarrillos electrónicos, o e-cigarrillos, llegaron prometiendo ser un método sencillo y progresivo para abandonar la adicción al tabaco pero, empiezan a surgir estudios que demuestran que estos vapeadores no son inocuos.
Se ha demostrado que el vapor que emiten causa la muerte de muchas células de la mucosa bucal y esto es una mala noticia, puesto que estas células nos protegen frente a infecciones y, por si no fuese suficiente, el efecto de los cigarrillos electrónicos es igual de perjudicial para las encías y los dientes que el tabaco. Esto es así porque el vapor que emiten no es solo agua, de él recibimos compuestos producidos por el calentamiento de la glicerina, el propilenglicol, la nicotina y los aromas.
Uno de los estudios realizados, ha demostrado que cuando los vapores de los e-cigarrillos se queman, provocan que las células liberen proteínas inflamatorias, agravando el estrés celular y provocando un daño que puede desencadenar en diferentes enfermedades bucales, dependiendo de la intensidad y frecuencia del uso del vapeador.
Los compuestos químicos aromatizantes son los principales causantes del daño epitélico gingival así como de otras células bucales, causando inflamación y lesiones en el ADN. Todo esto, sin olvidar que estos cigarrillos también contienen nicotina que es una vieja conocida de la periodontitis.
Es cierto que estos son de los primeros estudios que se realizan pero nos ofrecen los datos suficientes para ponernos sobre aviso y para recordar que el mejor recurso para dejar de fumar es desearlo y acudir al médico de cabecera para iniciar el tratamiento de desintoxicación más adecuado para nuestro caso.
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