Para muchos, los últimos días de agosto son también sus últimos días de vacaciones, un tiempo que solemos emplear en desconectar del estrés diario y relajar nuestros hábitos, y también suele ser una época en la que comemos más fuera de casa y con horarios diferentes, provocando en muchos casos, que nos saltemos algún que otro cepillado o nos olvidemos de alguna parte de nuestra rutina de higiene bucal. Además, solemos consumir más alimentos, muy sabrosos, pero dañinos, como helados, postres, así como un mayor consumo de bebidas alcohólicas.

Es por eso que es muy interesante pasarnos por el dentista para que realicen una buena revisión del estado de nuestra boca, para que, si es el caso, puedan detectar a tiempo problemas incipientes como la caries, la gingivitis y los traumatismos, que pueden empeorar mucho con el tiempo, así como tratar problemas que pueden haber surgido durante estos días, como la halitosis, el sangrado o la hipersensibilidad dental.

Asimismo, una revisión dental después del verano es una de las mejores herramientas preventivas para nuestra salud bucal, ya que el dentista aprovecha para aconsejar y recordar los hábitos dentales óptimos para nuestro caso, que nos permitirán mantener nuestra sonrisa sana y bonita durante mucho tiempo, siendo un gran momento para realizar una buena limpieza que nos prepare para la vuelta a la rutina con la mejor de las sonrisas.

Finalmente, recuerda que, una vez terminadas las vacaciones y como parte fundamental del cuidado bucal, hay que retomar nuestros hábitos de higiene, así como volver a una dieta lo más sana y equilibrada posible. Solo con una buena revisión y recuperando nuestros hábitos, podrás mantener en forma tus dientes y boca, lo que te permitirá pasar por los periodos temporales más laxos de un modo más seguro y confiado, puesto que estarás cuidando tu salud bucal durante todo el año y acudiendo a todas las citas con tu especialista.