El enjuague bucal es uno de los complementos de una buena rutina de higiene bucal. Nos ayudan a eliminar los restos de placa dental y a mejorar los resultados del cepillado y el hilo dental. Pero como todo, es necesario hacer un uso correcto de este producto, puesto que su uso indebido, puede causar molestias y reducir los resultados beneficiosos del compuesto.

La primera pauta para un uso correcto es seguir las recomendaciones y posología determinada por el producto o, en el caso que se te haya recetado, las indicaciones que te marque el dentista. Eso sí, si hay una recomendación que se cumple, en cualquier caso, es usar enjuagues sin alcohol.

También es necesario recalcar que el uso del enjuague bucal jamás sustituye el cepillado. Si solo usamos este producto empeoraremos la higiene bucal considerablemente e incluso podemos desarrollar problemas dentales. El colutorio dental no es más que un complemento.

La segunda pauta para el buen uso, es elegir el enjuague adecuado para nuestras necesidades: para las caries, la halitosis, la sensibilidad dental, etc. y, si no se tiene ningún problema, usar un enjuague sin alcohol para complementar el cepillado.

Así, los colutorios no solo ayudan a eliminar los restos de placa tras el lavado, nos ayudan con afecciones como la sequedad bucal, la hipersensibilidad dental, previenen la aparición de caries e incluso ayudan a prevenir procesos de desmineralización del esmalte causados por intervenciones como el uso de Brackets. Además, también nos ayudan a tratar algunas infecciones bucales tras procedimientos quirúrgicos o la aparición de llagas o úlceras bucales.

Una vez seleccionado el tipo de enjuague perfecto para nuestras necesidades, hay que determinar los mejores momentos para su uso. Si no se ha recibido ninguna pauta por parte del dentista, se recomienda realizar el enjuague dos veces al día y son una gran herramienta para complementar la higiene de aquellos pacientes con dificultades de movimiento.

Como puedes ver, el enjuague bucal no es un paso fundamental en la rutina de higiene dental, pero nos podemos beneficiar mucho de sus efectos si lo usamos correctamente y, sobre todo, cuando puede ser una herramienta perfecta para eliminar o minimizar complicaciones en nuestra salud bucal.