Según un estudio realizado en Japón, las personas con una dentadura débil eligen peor los alimentos. Cuidar la boca no es algo estético, forma parte de nuestro buen juicio a la hora de comer.
En este estudio se contó con personas de entre 75 y 80 años y analizaron la relación entre salud bucal, estilo de vida y síndrome metabólico (conjunto de factores que contribuyen a sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2).
Llegaron a la conclusión de que las personas que comen de forma rápida sufren más el síndrome metabólico. Además, aquellas personas que usan productos de higiene “secundarios” como hilo dental o cepillos interdentales, tienen un riesgo menor de padecer este síndrome.
Estos científicos también descubrieron que tener una dentadura débil o dañada, al no poder masticar correctamente, afecta negativamente a la selección de alimentos. Las personas con peor dentadura consumen más carbohidratos y reducen el consumo de proteínas, frutas y verduras, provocando carencias de vitaminas C, E y B6.
Así, los expertos alertan sobre la necesidad de cuidar nuestros dientes y encías para, en la medida de lo posible, prevenir el síndrome metabólico (más común en personas con sobrepeso y obesidad)
La higiene es la mejor aliada para prevenir este y otros problemas, ya sabes, hay que cepillarse 3 veces al día durante 3 minutos y usar hilo dental, pero a esto hay que sumar una buena alimentación aumentando el consumo de fibra, reduciendo el consumo de azúcares, consumir lácteos (el calcio, fósforo y la caseína de la leche inhiben el desarrollo de la caries) y consumir cereales integrales que contienen menos azúcares y hacen que salivemos más al comerlos, al igual que los frutos secos y los quesos curados.
Como ves, proteger la boca es crear un escudo para prevenir otras enfermedades mientras mantenemos nuestra sonrisa en plena forma.
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