Aunque no sea de los más conocidos, el cáncer oral se encuentra entre los 10 tipos mas frecuentes. De hecho, en España, se detectan cada año unos 8000 nuevos casos de cáncer oral y se estima que unas 1500 fallecen por esta enfermedad, cifra que supera la de muertes por accidentes de tráfico.

Los casos que tienen este trágico final se deben, mayoritariamente, a una detección tardía, por lo que conviene conocer las señales de alarma y acudir periódicamente al dentista, lo que facilitará un diagnóstico precoz y elevará muchísimo los índices de supervivencia.

¿Cuáles son estas señales?

• Cambios de color en la mucosa de la boca, con la aparición de manchas blancas o rojas.

• Bultos en la lengua o en otra parte de la boca, que no tienen por qué ser malignos, pero deben examinarse por precaución.

• Inflamación continua en alguna parte de la boca o úlceras que no terminan de curar, aunque sean indoloras.

• Dolor o molestia persistente al masticar, tragar o hablar.

Estas lesiones pueden aparecer en la lengua, sus bordes, en el suelo y partes posteriores de la boca, y si no curan o mejoran en un plazo aproximado de dos semanas son un signo importante de alarma de cáncer bucal.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Los estudios indican que, aunque existen factores de riesgo que no podemos controlar como los genéticos, el tabaco es, con diferencia, el que más aumenta las probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer. Y junto con el tabaco, las bebidas alcohólicas también incrementan el riesgo, por lo que una persona fumadora que además consuma alcohol de forma habitual tiene 35 veces más posibilidades de padecer cáncer oral.

Por último, el virus del papiloma humano (VPH) es otro de los factores de riesgo importantes, una enfermedad de transmisión sexual que está aumentando de forma significativa en los últimos años. Por ello, es tan importante mantener precauciones básicas en las relaciones sexuales, utilizando el preservativo y/o las barreras de látex.

¿Cómo prevenir el cáncer oral?

A parte de las recomendaciones mencionadas anteriormente: las revisiones periódicas en el dentista, eliminar o reducir el consumo de tabaco y alcohol, y el uso de métodos de barrera contra las infecciones de transmisión sexual, unos buenos hábitos alimentarios son fundamentales para prevenir no solo el cáncer oral, sino también otras enfermedades graves.

Algunas de estas recomendaciones nutricionales son, sin duda, aumentar el consumo de frutas y vegetales, ya que contienen muchos antioxidantes y otros elementos protectores. Lo ideal es que sean la base de nuestra alimentación, y además alternar el consumo de café con el de té verde, rico en antioxidantes.