Con la llegada de las fiestas navideñas, llegan sus correspondientes celebraciones y con ellas ese extra de azúcares y bebidas alcohólicas con las que acompañamos estos momentos de reunión con nuestros seres queridos.

Para cuidar bien nuestra salud oral sería muy fácil decir: no comas ningún delicioso postre, polvorón, turrón ni bombón y olvídate de la copita de cava o vino, pero ¡hay que ser realistas! Son unas celebraciones en las que nos gusta disfrutar de la compañía y del plato, por lo que no tiene por qué ser incompatible con una sonrisa bien sana.

Lo primero que tenemos que interiorizar es que durante este mes hay que ser más estricto que nunca con nuestros hábitos de higiene, puesto que son nuestra herramienta principal para mantener caries e inflamaciones lo más lejos posible, así que alíate con tu pasta dentífrica fluorada, el hilo dental y el colutorio y no te saltes ningún cepillado tras las comilonas ¡aunque te de mucha pereza!

Esto es especialmente importante para aquellas personas que lleven una ortodoncia, ya sean los Brackets tradicionales (en la que la higiene es muy importante para evitar depósitos de comida entre los hierros y dientes) como para los que lleven una ortodoncia invisible (que además deben controlar cuánto tiempo pasan sin las fundas durante las comidas para cumplir con las horas necesarias para llevar el tratamiento y que surja efecto).

¡Y así de sencillo es! Todos lo que tenemos que hacer es ser más concienzudos que nunca para poder disfrutar de todo sin remordimientos.

¿Y qué hacemos con niños y ancianos a nuestro cargo?

Aquí también tenemos que prestar más atención de la habitual en sus hábitos, puesto que les puede costar más ser consistentes (y obedientes en algunos casos), por lo que tendremos que estar un poquito más encima para que no se salten ningún cepillado, aunque se pongan remolones unos y protestones los otros ¡más tarde podrán volver a comer esos dulces que tanto les gustan!

Y cómo no, una vez comienza el año nuevo ¡una nueva revisión! No hay nada mejor que comenzar el año en manos de tu dentista de confianza para que eche un vistazo a la salud de tus dientes y boca y realizar una limpieza bucal que te prepare la sonrisa para afrontar un nuevo año.