Cuando nos lavamos los dientes debemos prestar especial atención a la higiene interdental, es decir, a los espacios entre dientes donde se acumulan restos de comida y bacterias y que no se eliminan con el cepillado normal, ni manual ni eléctrico.
Para acceder a estos espacios es necesario usar hilo o seda dental y un cepillo interdental para aquellos en los que, por una parte, el cepillo estándar no llega y, por otra, es demasiado ancho para usar el hilo o la seda.
Los estudios que se han realizado al respecto muestran que el uso de este tipo de cepillo elimina un 93% de placa dental, mientras que la seda o el hilo dental lo hace en un 73%. Por ello, el uso del cepillo interdental se vuelve imprescindible en estos espacios.
¿Debo realizar esta limpieza en cada cepillado?
Aunque sería lo más recomendable, no es necesario realizar esta limpieza complementaria tras cada cepillado. Aun así al menos deberíamos hacerlo una vez al día, preferentemente antes de acostarnos, ya que cuando dormimos, nuestros dientes están más expuestos a la acción de las bacterias.
¿Qué consecuencias puede ocasionar no tener una correcta higiene interdental?
Se calcula que solamente un 34% de los españoles realiza la limpieza interdental, un dato bastante preocupante porque únicamente cepillarse los dientes supone una higiene incompleta.
Las bacterias crean una película (placa) que si no se elimina, se endurece y se convierte en sarro. Además, estas bacterias son las responsables de la aparición de caries y de la inflamación de las encías, lo que a la larga puede ocasionar la pérdida de la pieza dental. La halitosis, por su parte, también es provocada en ocasiones por una mala higiene dental, cuando no se eliminan de los espacios interdentales pequeños restos de comida.
Y esto no es todo, se sabe que existe relación entre una mala higiene dental y el riesgo de enfermedad cardiovascular. Así que ¡cuida tu boca para gozar de mejor salud!
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