El bruxismo, también conocido como apretar y rechinar los dientes se trata de un problema que cursa con dolor de cabeza, mandibular y que debilita y desgasta los dientes.

Hoy en día, el tratamiento paliativo más empleado son las férulas de relajación, que consiguen eliminar los dolores causados y evitan que los dientes sigan desgastándose, pero no eliminan la causa que lo produce. Ganas calidad de vida, pero no atacan a la raíz del problema.

También es cierto que hay algunos casos en los que la causa del bruxismo es una mala mordida, siendo la mejor solución una ortodoncia que alinee los dientes para que encajen perfectamente los superiores y los inferiores sin forzar la mandíbula.

Tipos de bruxismo

Hay dos tipos de bruxismo el diurno y el nocturno, mientras dormimos. Ambas versiones tienen los mismos efectos negativos: desgaste de dientes, fisuras y fracturas dentales, recesión o pérdida de encías, hipersensibilidad al frío o al calor, sobrecarga muscular, ruidos en la articulación de la mandíbula, dolor de cabeza y de oídos, zumbidos y pitidos, cansancio y sueño poco reparador.

Existen diversas causas para el bruxismo y una amplia controversia entre los expertos del sector. Suele ser difícil determinar el motivo concreto, aunque los más comunes son la ansiedad y el estrés, la mala mordida, problemas de sueño, el efecto de algunos medicamentos y determinados estilos de vida.

Como hemos dicho, las férulas no son una terapia curativa, pero si es un tratamiento eficaz contra los síntomas, ya que una férula de relajación bien diseñada, devuelve la calidad de vida del paciente. Pero la realidad es que no todos los que lo padecen necesitan férula, ni vale cualquier férula. Esta debe ser diseñada por un odontólogo para que sea a medida, con el material adecuado y se tiene que hacer un seguimiento posterior. Si no se cumple todo esto, puede llegar a ser perjudicial agravando los síntomas.

La ortodoncia es la solución ideal para aquellos con una mala mordida, y el objetivo de este tratamiento no es solo alinear los dientes para dejar una sonrisa bonita, sino que este tratamiento debe buscar proporcionar una función masticatoria perfecta, consiguiendo que los dientes encajen perfectamente arriba y abajo en una posición que no fuerce la mandíbula dentro de su articulación.

Eso sí, una vez finalizado el tratamiento con ortodoncia, suele ser necesario restaurar las dientes desgastados y fracturados para recuperar el tejido dental perdido durante el tiempo en el que se ha padecido bruxismo.

Y como siempre te decimos, ponte en manos de profesionales de confianza como los de nuestro equipo, porque la salud de tu boca vale más que un tratamiento hecho sin pensar.