Ir al dentista puede causar un poco de nerviosismo e inquietud, puesto que tememos el dolor, el desconocimiento sobre lo que nos pueden hacer o pasar e incluso nos puede dar vergüenza mostrar nuestro problema, pero acudir a las revisiones bucales es esencial para prevenir problemas y mantener nuestra salud bucal en buen estado.
Nosotros te damos unos cuantos consejos para que el miedo no te bloquee y te prive de la atención especializada que necesitas:
- Busca una clínica con un ambiente relajante y agradable, con salas de espera cómodas y acogedoras.
- Visita la clínica antes de la primera cita. Te servirá como toma de contacto y, para tu primera cita, realiza un tratamiento sencillo para poder hablar de tus inquietudes y problemas. Además, te servirá para el consejo 3:
- Confía en profesionales que creen una relación de confianza y comunicación mutua contigo. Un buen odontólogo sabrá detectar las señales que indican que estás pasando por un mal trago durante la intervención o tratamiento, e incluso lo pueden notar en la sala de espera.
- Pide que te den cita a primera hora. Si te es posible ir por la mañana a primera hora, te evitarás la ansiedad de la espera y la tentación de cancelar.
- Las penas compartidas, son menos penas. Si te da ansiedad o miedo ir al dentista, ve acompañado por un amigo o familiar que te ayude a tranquilizarte.
- Acuerda una señal para descansar con tu dentista antes de empezar el tratamiento como levantar una mano. Así, se detiene el tratamiento y puedes descansar durante unos minutos.
- Practica ejercicios de control de la respiración o de relajación que te sirvan para reducir la ansiedad.
- Si hablas con tu dentista y le cuentas tu problema con los miedos y ansiedad, le puedes proponer que te deje usar auriculares con los que escuchar tu música o podcast favorito durante el procedimiento. Así podrás aislarte un poco de los ruidos y otros estímulos y disminuir así la tensión.
- Si a pesar de los consejos anteriores, la ansiedad y le miedo ganan la partida, el dentista puede acordar contigo el uso de sedación consciente. Con ella entrarás en un estado de somnolencia en el que serás capaz de responder a órdenes verbales y toques físicos leves, pero disfrutarás de un gran alivio de la ansiedad que producen algunos tratamientos.
- Acude a todas las revisiones. Si vas periódicamente a las revisiones, verás como disminuyen tus miedos y podrás prevenir problemas y enfermedades antes de que sean graves y necesites un tratamiento más invasivo.
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